Hace unos meses disfrutamos de una intensa sesión de Britannia Jack (que jugaba con azules: Belgas, Pictos, Anglos y Normandos), Lord Borjado (con amarillos: Romanos, Romano Britanos, Scotos, Dublineses y Noruegos), Neni (con verdes: Galeses, Caledonios, Jutos y Daneses) y un servidor (con rojas: Brigantes, Irlandeses, Hombres del Norte y Sajones).
Esta es la crónica de 10 siglos de historia condensados en 6 horas de partida:

La partida de Britannia empieza en el S. I, con la isla repartida entre distintas tribus (Belgas, Galeses, Brigantes, Pictos y Caledonios) y 16 Legiones romanas cruzando el Canal de La Mancha.
La invasión romana fue extraordinariamente exitosa. En 3 turnos y sin apenas bajas romanas, los Belgas fueron extreminados, los Galeses reducidos a vasallaje (conservando sólamente Devon y Cornualles) y los Brigantes, tambien tributarios de Roma, con sólo 3 provincias (Pennines, Cumbria y Galloway). Las legiones romanas llegaron a penetrar en Escocia, pero la salvaje reacción de los Pictos (que llegaron hasta York), detuvo la expansión romana.

A continuación llegaron las primeras incursiones germanicas de allende los mares, logrando algunos éxitos limitados con el saqueo de algunas provincias.
La retirada de las Legiones marca el inicio de la Edad Oscura y de sucesivas hordas de incursores primero y de invasores después: Jutos, Anglos, Sajones, Irlandeses y Scotos, todos ellos buscando un lugar en el que asentarse y prosperar. Los Jutos y Scotos fundaron reinos efímeros, que no duraron más de 1 turno (en Britannia, cada turno equivale a unos 75 años de Historia). Los Irlandeses lograron conquistar las tierras bajas de Gales, conde se mantuvieron bastante más tiempo. Pero los reinos más duraderos fueron el de los Anglos (en el Norte de Inglaterra y sur de Escocia) y el de los Sajones (que se extendió por todo el sur y centro de Inglaterra). Mientras, en las tierras altas dispersas por toda la isla, aun resistian los restos de otros pueblos (Galeses, Brigantes, Romano Britanos, Brigantes, Pictos y Caledonios).
La Alta Edad Media comienza con una nueva ola de incursores, esta vez de origen vikingo: Norsemen (que lograron arrebatarle las Hébridas y las Orkneys a los primitivos Caledonios), Dublineses y Daneses (que arrasaron todo el este de Inglaterra, desde Escocia hasta cerca de Londres, donde por fin fueron detenidos por los Sajones), aunque no lograron fundar ningún reino perdurable.
El fin de la partida (S. XI) comienza con las últimas grandes invasiones: los Normandos de Guillermo el Conquistador por el sur y el Gran Ejercito Danés por el Norte, provocando aún más caos en la pobre Britannia.
El reino Sajón logró mantenerse a duras penas en el sur, mientras los galeses, que poco a poco habian ido reconquistando todas sus tierras natales, mantenían un reino en las montañas del oeste. Escocia seguía estando en poder de sus primitivos habitantes (Pictos y Caledonios), mientras que las tierras del centro y norte de Inglaterra eran un batiburrillo de restos de pueblos y tribus (Romano Britanos, Anglos y Daneses, principalmente).

 

Destacar la correosa resistencia de los pueblos Galés, Picto y Caledonio, que lograron sobrevivir durante toda la partida y la consistencia del Reino Sajón, que fué capaz de sobrevivir a las continuas (y terroríficas) invasiones del último tercio del juego.