¿Nunca has oído hablar de este juego? Lo podríamos traducir como el juego del arrendador y fue inventado por Lizzie Magie, una de las primera diseñadoras de juegos de mesa de Estados Unidos. El tablero consistía en un cuadrado con casillas en los bordes que tenían propiedades que los jugadores podían comprar.
El tablero también tenía cuatro estaciones de tren, dos empresas de servicios públicos, una cárcel y una esquina con el texto “el trabajo en la tierra da dinero” que daba a los jugadores $100 cada vez que pasaban por ella… ¿Te suena, verdad?
Magie inventó y patentó el juego en 1904. Su idea era la de hacer un juego que demostrase los efectos de la especulación con sus consecuencias. lo basó en los principios económicos del georgismo, un sistema propuesto por Henry George con el objetivo de demostrar cómo los alquileres sirven para enriquecer a los propietarios y perjudican a los inquilinos.
Sabía que habría personas a las que les resultaría difícil entender por qué sucedía todo esto y qué se podía hacer al respecto, de ahí la idea de poner estos conceptos georgianos en un juego para su fácil demostración. Magie también esperaba que si los niños jugaban pudiesen adquirir la idea del significado de la desigualdad y mantenerla hasta la madurez.
En el año 1935 Magie vendió la patente del juego a Parker Brothers, que lo comercializaron como Monopoly. La patente del juego fue vendida por 500 dólares, y aunque en un principio rechazaron comprarla, fue el que llevó a Parker Brothers. Tras el bombazo del Monopoly, también pusieron a la venta otra serie de juegos entre como Risk, Sorry y Trivial Pursuit entre otros.
Origen: La muy, muy larga pero imprescindible historia de los juegos de mesa